"La acción poética y política en espacios públicos en los cuales las dinámicas de comercio y de transacción desde lo económico son tan marcadas, dinámicas en las cuales todo se compra y todo se vende, donde se vive y sobrevive en base a un salvajismo capitalista pronunciado y decadente, con el cuerpo, la vida, el pensamiento, el tiempo, la palabra… todo como mercancías! es mercancía el dialogo y resulta de cierta manera una utopía el solo hecho de intentar siquiera llegar con una propuesta disidente a todo eso. Al hacer el acercamiento a los comerciantes de productos de fruta y plantearles el intercambio, el trueque… su respuesta inmediata es esto a mí no me sirve, yo para que quiero eso? Tenemos insertadas de manera anquilosada una mirada y un sentir que poco concibe lo sensible, lo poético, lo artístico, y menos en este tipo de ambientes la ideología es la ganancia, el negocio, el interés del Cómo voy yo ahí? Y es apenas entendible, el sistema económico no parece dar tregua en su aplastante presión por subsistir, no dar espacio a la esperanza o al sueño, al ideal. Vivimos bajo una sujeción que muchos no entendemos y que incluso ignoramos como concepto, la sujeción al capital, al dinero a la impronta de hacer el diario vivir. En el desarrollo de la encuesta que era el punto de interacción política algunas de las personas que la desarrollaron no tenían conocimiento ni claridad sobre conceptos como Capitalismo, Comunismo, o saber si el agua como elemento en la Naturaleza es renovable o no. La tarea desde el arte, casi que la necesidad misma de éste seria ir más allá de la de comunicar o de transmitir intensiones que bien pueden ser tanto subjetivas como objetivas, y podría inferir con acciones más contundentes e irreverentes de mitigación, resiliencia, resistencia y rebelión ante la poderosa “mano negra” que día a día no ahorra esfuerzos en mantener la gran brecha entre la realidad de lo que el sistema occidental de pensamiento ejerce como opresión ideológica de explotación del hombre por el hombre, sus razones lógicas y cientificistas, en las cuales el fin justifica los medios y los medios son usados sin discriminación. Es así que la pregunta por ¿cuál es la real y urgente responsabilidad del arte para con la vida en medio de toda esta destrucción el sentido profundo y espiritual de la misma? Sentido que es a todas luces y a pleno sol día a día sustraído al cuerpo, al pensamiento, al sentir, y que nos lleva a percibir como normal toda esta realidad enferma que nos gobierna, y muestra sus efectos en cada árbol talado, en cada rio contaminado, en cada animal extinto, en cada hombre que duerme sobre el piso sucio, en cada mujer prostituida, en cada niño indígena desnutrido que pide limosna. Seres humanos reducidos a un mero escombro, una ruina, una cosa que en nombre de la libertad económica que pocos gozan mueren en una esquina, en un pastizal, en una oficina, en una guerra". Resistiza

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