La acción fue realizada en las afueras de la galería EDGE ZONES para “Miami Internacional Performance Festival” entre bodegas utilizadas para diferentes fines en el barrio de Allapatah Miami, Florida. Al lado de esta galería de arte independiente hay una bodega adaptada como capilla, en la cual se llevaba a cabo una ceremonia religiosa (evangélica). Mi decisión fue trabajar con el espacio de estacionamiento de los participantes, sin tomar un lugar ideológicamente panfletario entre en relación con una de las mujeres que asistía al evento, pero no solo con ella sino también con el auto que la venia a buscar. Esta “situación” termino politizando sustancialmente los puntos de enunciación que yo y la gente del festival veníamos construyendo con el posicionamiento de la mujer evidentemente religiosa que por asunto arquitectónicos cohabitaba con nuestras elaboraciones. 

Lo interesante fue que mucha gente obviaba el hecho de estos conservadurismos en una zona como Miami, donde se supone que el liberalismo es liberal en un sentido moderno. La señora latina termino siendo lo performativo y el auto conjuntamente la materialidad que enfrenté, desde ahí se generó un tipo de riña urbana religiosa, una maldición pagana o free style, una tensión que culminaría con un final abierto aunque se incitaba en ese momento a que fuese un boicot para ambos frentes, se desenlazo finalmente en otra salida, en otra senda dialéctica.